domingo, 10 de junio de 2012

9.1. La familia


9.1. La familia



Aunque la sociedad era muy tolerante, la familia compuesta por una pareja con sus hijos se consideraba el modelo ideal.
La mujer: mantenía una cierta independencia e incluso su trabajo: había comadronas, tejedoras, intendentes, o bien colaboraban con el negocio de su marido. Adquirían rango al casarse y en la el peinado y maquillaje. En las pinturas que nos han llegado, mientras la piel de los varones se representa morena, la de las mujeres de clase alta es de tono más pálido. Ello servía para indicar su alto status y para indicar tanto que permanecían resguardadas del sol en la casa, como que podían pagarse los cosméticos. Otras versiones indican que era un símbolo de pureza, casa eran las que organizaban todo. Solían prestar mucha atención a su aspecto, mimando especialmente belleza y de inactividad con respecto a los hombres, a los que se les representaba siempre con un tono más oscuro de piel.
Matrimonio: El matrimonio egipcio no existía como tal, ni siquiera se celebraba una ceremonia civil, simplemente dos jóvenes decidían trasladarse a vivir juntos.

La edad de la novia era de 14 ó 15 años y la del novio de 17 ó 20, mayor si era divorciado o viudo, se casaban jóvenes porque la vida en ese tiempo era relativamente corta.
Muchas de estas uniones eran concertadas por los padres.

La palabra más afectuosa que se le podía llamar a su amor era "hermano o hermana", que no tenía nada que ver con las relaciones incestuosas, aunque entre la realeza se celebraban matrimonios entre hermanos.

No era necesario pero la mayoría de matrimonios tenían un contrato establecido entre las partes.
Las clases más pobres no solían hacerlo, probablemente porque tenían pocas posesiones y el coste de un escriba era alto.
La única finalidad del contrato era el derecho de ambas partes en el mantenimiento y posesiones durante el matrimonio y después del divorcio en caso de producirse.
La mujer tenía los mismos derechos de poseer, administrar y recibir los bienes.

La monogamia con la excepción de algunas clases altas era la regla común para las parejas del antiguo Egipto.

El día de la boda era muy sencillo, la novia trasladaba sus pertenencias a casa del novio, él podía vivir solo o con sus padres.
A pesar de no haber ceremonia oficial celebraban un banquete con música, danza y comida en honor de la nueva pareja.
La monogamia o la poligamia eran una cuestión práctica, sin trascendencia jurídica o moral: al tener la esposa e hijos el derecho a parte del patrimonio del marido, esta cuestión influía en la decisión de tener o no una segunda esposa, o que ésta fuese una esclava.
Divorcio: era también cuestión privada, podía ser solicitado por cualquiera de los cónyuges, por motivos tan amplios como el adulterio, la esterilidad e incluso la fealdad de la esposa. Si previamente se habían delimitado los bienes de los dos cónyuges en el contrato privado realizado por un escriba, ella podía recuperar los suyos, y si no poseía nada, siempre podía volver con sus padres.
Sexo: había una gran libertad, como se refleja en numerosos escritos y en la moda: las mujeres (a excepción de las reales, que se tapaban para no tomar el sol), al igual que los hombres iban con el torso desnudo en la primera época aunque había empleos en que iban desnudos: carniceros, marineros, sirvientas, etc. Las relaciones no estaban controladas, el incesto era habitual en la familia real y ni siquiera el adulterio de la mujer estaba penado, en el peor de los casos le costaba un divorcio, aunque en algunos papiros se relatan casos de pedradas ante el adulterio de la mujer. El único tabú era el considerar la menstruación impura, al extremo de dispensar a ciertos trabajadores de acudir a su puesto durante los días en que la tenía su esposa.
Hijos: eran deseados, aunque debido a la alta tasa de mortalidad de las mujeres en el parto, se usaban anticonceptivos para evitar embarazos seguidos. Los niños eran mimados y educados sin distinción de sexo y muchos aprendían a leer y escribir.

Matrimonios únicos y múltiples



Los egipcios eran monógamos, pero no existía ninguna prohibición sobre matrimonios múltiples, la monogamia ya se documenta a partir de épocas predinásticas. La capacidad productiva de una mujer tuvo que ser elevada si lo comparamos con el coste de su mantenimiento, esto debió de ser evaluado por los hombres a la hora de tener más de una esposa. Si un marido era muy rico, también podría tener concubinas, pero la esposa principal disfrutaba de una preferencia especial. Las concubinas no tenían ningunos derechos legales y podrían ser despedidas.
En teoría no había ningún límite de esposas, pero en la práctica esto dependía del medio económico del hombre. La mayor parte de los egipcios se contentaba con tener sólo una esposa. El matrimonio era un asunto caro para el hombre, y el sistema de contrato proporcionó unas salvaguardas de gran alcance para los derechos materiales de las esposas y niños de tal manera que la mayor parte de los hombres sólo podrían permitirse una esposa a la vez.

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